BMW 120i Cabrio. El listón.

BMW ha bajado el listón del precio en el acceso a los descapotables con el nuevo Serie 1 Cabrio, cuarta variante de la berlina más pequeña de la marca tras las versiones de 5 y 3 puertas y el Coupé. Está basado en este último, dispone de cuatro plazas, es 12 mm más bajo y tiene un sobrepeso de 135 kg. Precio: 33.900 euros (julio 2008). Garantía: 2 años. Internet: BMW Análisis Datos técnicos

Análisis: A diferencia del BMW Serie 3 Cabrio (8.300 euros más caro) y su techo duro retráctil, el del Serie 1 Cabrio es el clásico de lona con accionamiento automático y electrohidráulico: se abre y cierra en unos 18 segundos y puede utilizarse hasta una velocidad de 40 km/h. Cuando está abierta, la capota con luneta de cristal desaparece completamente debajo de la tapa del maletero, quedando protegida y ofreciendo un diseño muy limpio, sin que la trasera quede sobreelevada. Cuenta con la opción del deflector plegable, que anula los asientos traseros y roba mucho espacio en el exiguo maletero para sus cuatro plazas homologadas pero que resulta imprescindible para eliminar los remolinos del aire en marcha en las plazas delanteras con la capota abierta, molestos desde unos 60 km/h. Como es habitual, no es necesario desmontarlo aunque cerremos la capota. Otras características del Serie 1 Cabrio son la opcional variante de la capota de color antracita con hilos brillantes intercalados con efecto de brillo cambiante con la luz solar, los arcos de seguridad escamoteados de serie situados tras los reposacabezas de los asientos traseros, la piel de la tapicería provista de tecnología de reflexión de la luz solar (Sun Reflective), que consigue un calentamiento considerablemente menor en caso de exposición al sol y un climatizador con modalidad de funcionamiento para descapotables. El maletero dispone de un recubrimiento variable que separa el espacio que ocupa la capota abierta del resto del maletero: se abate hacia arriba sin apenas esfuerzo cuando la capota está cerrada, aumentando la capacidad de 240 a 280 litros. En caso de necesidad, el Serie 1 Cabrio ofrece también un portaequipajes opcional que se monta en la zaga del coche; es de aluminio y permite llevar dos bicicletas, dos snow-boards o dos pares de esquís y se puede abatir de modo sencillo, permitiendo acceder al maletero sin tener que desmontarlo. También ofrece en opción un paso en el respaldo posterior para objetos largos, incluyendo bolsa para el transporte. En cuanto a seguridad, además de los arcos antivuelco, dispone de airbags laterales integrados en los respaldos de los asientos delanteros que protegen hasta la altura de las cabezas de los ocupantes de los asientos. El habitáculo es el del Serie 1 Coupé al que se le han hecho las adaptaciones oportunas para el descapotable. Dispone de cuatro plazas y cuatro ventanillas practicables aunque las traseras sólo se pueden manejar desde el puesto de conducción. Los mandos de apertura y cierre de la capota están situados un poco bajos, en la consola central y carecen de señal acústica que avise de cuándo se ha completado la maniobra, sustituida por un testigo luminoso en las teclas. La capota también se puede abrir con el mando a distancia. La terminación interior de la capota está bien excepto en la unión de los montantes traseros con la carrocería, pues el forro interior deja a la vista la lona exterior y el mecanismo de la capota. Como la capa de material aislante interior no cubre esa zona, son plazas más ruidosas que las delanteras; estas últimas gozan de buen confort acústico, sin diferencias notables respecto del Serie 1 Coupé y con un ruido de rodadura bastante contenido. Como suele ser habitual en este tipo de carrocerías, la visibilidad 3/4 trasera es mínima. Lo mejor de las plazas traseras es la altura, suficiente para personas de talla alta y ligeramente más holgada que en el Serie 1 Coupé, a pesar de ser 12 mm más bajo. Se agradecería un respaldo menos vertical y cambiarse de lado es tarea ardua por la alta consola situada sobre el voluminoso túnel central. El acceso a estas plazas tiene un aspecto claramente mejorable, pues cuesta arriba, como el asiento delantero no se enclava una vez adelantado, hay que sujetarlo para evitar que retroceda; en cualquier caso, es un asiento que cuesta deslizarlo para acceder a las plazas traseras, y más si es contra pendiente. El puesto de conducción es el típico de BMW, excelentemente bien resuelto salvo algun detalle imperdonable: el más clamoroso es el sistema de reglaje de altura del asiento por muelle, que obliga a hacer bastante fuerza para bajarlo y a levantarse para subirlo; es impropio de un fabricante premium como BMW. Este Serie 1 Cabrio cuenta con la ventaja de un manejo excepcionalmente suave para lo que es norma de la casa, tanto de pedales como de dirección, que no era la opcional activa. También decepciona el acabado de este Serie 1, en el que BMW aplica una bajada de listón respecto del resto de modelos, apreciable por ejemplo en el plástico del salpicadero, sin apenas acolchado y de mejorable calidad percibida (la marca habla de “graneado de alta calidad”) o de la consola central, zona que tampoco puede presumir de estar bien rematada pues basta presionar algo esas piezas para comprobar que ceden generosamente. Y desentona el diseño del salpicadero, que BMW describe como “marcado por tensas líneas de proyección horizontal”, a años luz de la sobria elegancia y pureza de un Serie 3. Ha mejorado el acabado respecto del primer Serie 1 de cinco puertas pero para lo que se espera de un BMW, sigue habiendo camino por recorrer y no aguanta la comparación con el A3 de Audi ni con algunos generalistas. Donde no hay bajada de listón es en la plataforma ni en las tecnologías para disfrutar de una conducción rápida, segura y económica, empezando por la estrategia “BMW EfficientDynamics” destinada a optimizar el consumo y reducir las emisiones de gases nocivos que incluye, entre otros, la gestión inteligente de la energía mediante recuperación de la energía de frenado, función Auto Start Stop para reducir el tiempo de funcionamiento a ralentí, indicación del momento óptimo de cambio de marcha para reducir el consumo y aerodinámica optimizada mediante regulación activa de las compuertas de entrada de aire además de la servodirección eléctrica y control de los grupos secundarios según las circunstancias. Vamos ya con las sensaciones de conducción. El comportamiento nos ha gustado mucho y con el añadido de la suavidad de manejo y de la confortable suspensión, que era la de serie y que no desanimaba a la hora de circular por firmes en mal estado. Tiene un paso por curva rápido y equilibrado, con un tarado del control de estabilidad algo preventivo que le limita en la velocidad de paso por curva pues antepone ante todo seguridad. Incluso con el modo DTC activado, que permite una mayor aceleración lateral, no ha sido posible sacarle el más mínimo sobreviraje al 120i Cabrio ni en apoyos muy bruscos, con un carácter moderadamente subvirador. Ayuda en este equilibrio la rigidez de la plataforma, que se aprecia elevada por el aplomo en alta y por la ausencia de trepidaciones y vibraciones en firmes en mal estado en la columna de la dirección, retrovisor interior o asiento del acompañante cuando está vacío. Para ilustrar bien estos aspectos, nos remitimos a dos afirmaciones del dossier de prensa: “el nuevo descapotable de la serie 1 es un BMW genuino en todos los sentidos” y “la rigidez torsional del BMW Serie 1 Cabrio tiene características que se asemejan a la calidad de la carrocería del BMW Serie 3 Cabrio, un coche especialmente dinámico”. La frenada también sale beneficiada, con un aplomo y estabilidad notables en cualquier circunstancia y con el único reparo leve de una ligera tendencia a abrir la trayectoria en frenadas fuertes en curva, que se corrige instintivamente y con facilidad. El motor es el 2.0i atmosférico de gasolina de inyección directa de 2ª generación de funcionamiento con mezcla pobre que necesita 98 octanos para rendir las cifras oficiales aunque admite la de 95. Entrega 170 CV a nada menos que 6.700 rpm y también se ofrece en una versión de 143 CV en el 118i. La diferencia más importante entre ambos propulsores está determinada por la utilización de un sistema de admisión variable en el caso de la versión de mayor potencia. El motor también nos han gustado bastante por tacto y sonoridad, con un bonito soplido en baja, grave, modulable con el acelerador, que se torna en resultón bramido desde medio régimen. Permite llevarlo alto de vueltas sin que se haga molesto (sólo se estropea algo por encima de unas 6.200 rpm) y en carretera de montaña con la capota abierta se disfruta mucho; no es la sonoridad del seis en línea pero no está nada mal. No defrauda, igual que los consumos, muy contenidos a pesar del elevado peso del conjunto. La respuesta en baja no se anima hasta unas 1.800 rpm aunque no tiene nada que ver con la que ofrecen las modernas mecánicas turboalimentadas de inyección directa de gasolina de la competencia, y nos estamos refiriendo concretamente a las TFSI y TSI de su rival Audi; en este terreno, BMW ha quedado en desventaja pero hay potencia para solventar cualquier situación y encima con el plus del manejo de la palanca del cambio, muy rápida y precisa aunque mantiene el inseguro seguro de la marcha atrás. En suma, que el BMW 120i Cabrio nos ha dejado un excelente sabor de boca: un descapotable que en las plazas delanteras no lo aparenta cuando se lleva la capota cerrada, muy lúdico con la capota abierta y con todas las sensaciones de conducción de un BMW, incluida una agradable sonoridad del motor. El mayor defecto es que la capota sea de lona. Datos técnicos: Motor y transmisión posición delantero longitudinal nº cilindros 4 en línea, 4 válvulas por cilindro distribución 2 árboles de levas en cabeza, cadena. alimentación/ combustible inyección directa, gasolina 98 octanos. cilindrada 1.995 cm3 potencia máxima 170 CV (125 Kw) a 6.700 rpm par máximo 210 Nm a 4.250 rpm consumo máximo de aceite n/d relación de compresión 12,0:1 régimen de ralentí en caliente n/d transmisión propulsión trasera embrague monodisco en seco caja de cambios manual de 6 velocidades desarrollo (km/h a 1.000 rpm) con neumáticos de serie 1ª: 7,17 km/h 2ª: 12,62 km/h 3ª: 18,69 km/h 4ª: 25,20 km/h 5ª: 31,00 km/h 6ª: 36,56 km/h Bastidor suspensión delantera McPherson, muelle helicoidal suspensión trasera Multibrazo, muelle helicoidal frenos delanteros discos ventilados 300 x 24 mm frenos traseros discos ventilados 300 x 20 mm dirección cremallera, asistencia electrohidráulica diámetro de giro/ vueltas volante 10,70 m/ 3,0 vueltas neumáticos de serie 205/55 R16 run flat neumático repuesto/ ubicación sin rueda de repuesto Carrocería Tipo cabrio, 2 puertas largo x ancho x alto (mm.) 4.360 x 1.748 x 1.411 batalla/ vía delantera-trasera (mm) 2.660 x 1.480 x 1.513 peso en vacío/ peso máximo 1.505 kg/ 1.870 kg reparto peso eje delantero/trasero n/d altura libre al suelo 140 mm nº plazas homologadas 4 maletero de 240 a 280 litros depósito combustible 53 litros Medidas interiores anchura delante 136 cm anchura trasera 93 cm altura asiento delantero-techo 94 - 100 cm altura asiento trasero-techo 90 cm acceso hueco pies plazas traseras 25 cm cota habitabilidad: pedales/ respaldo trasero 180 cm Prestaciones, emisiones y consumos homologados velocidad máxima 220 km/h Aceleración 0-100 Km/h 8,4 s. Norma emisiones Euro 4 Emisiones de CO2 158 g/km Consumo urbano 8,9 l/100 km Consumo extraurbano 5,2 l/100 km Consumo mixto 6,6 l/100 km Mantenimiento según condiciones de uso con 5.500 km Revisiones +45.000 km/ 4 años Cambio aceite +21.000 km/ 2 años Cambio líquido de frenos 2 años Cambio bujías cada 3 cambios de aceite Cambio pastillas freno delantero +31.000 km Cambio pastillas freno trasero +90.000 km Datos prueba Km. inicio 5.368 km Neumáticos delante - detrás 205/50 R17 89V Bridgestone Potenza RE050A I RFT Variación desarrollo +0,78% Fecha matriculación 02.04.08