Es un monovolumen compacto deportivo de cuatro plazas, que mide 4.555 mm de largo, con un sistema de propulsión eléctrico que le permite desplazarse en silencio, sin ruido mecánico gracias a una batería con una autonomía de 55 km, que se puede recargar en cualquier enchufe de 220 voltios en sólo tres horas pero que en caso necesario puede afrontar distancias largas (hasta 715 km) pues lleva un motor 1.3 turbodiesel. Esta arquitectura se llama E-Flex y también sirve para la pila de combustible o para un motor de gasolina.
Es la llave para la diversidad energética en los coches frente al petróleo, cada vez más caro pero no sabemos a ciencia cierta si más escaso. También para reducir las emisiones y cumplir con la política de reducción de emisiones de la Unión Europea, entre otros.
Se llama Opel Flextreme y es un concepto que General Motors ha presentado en el Salón de Frankfurt 2007. Es una alternativa real a la movilidad, basada en automóviles con propulsión eléctrica que pueden usar diferentes fuentes de energía.
Las cuentas que hace GM son tentadores: meses sin pasar por una estación de servicio y emisiones cero a cambio de no recorrer de una sentada más de 55 km y de tener un enchufe de 220 voltios a mano y como máximo, tres horas de espera para recargar al 100% la batería y volver a recorrer otros 55 km. Según GM, esta condición la cumple el 75 por ciento de las personas que usan un coche. Y de acuerdo con la normativa europea ECE R 101 para vehículos con la autonomía ampliada, se espera que el Flextreme produzca unas emisiones por debajo de 40 gr de CO2 por km recorrido.
Este concepto no sustituye a los coches para recorrer largas distancias. Será en un futuro un coche amigable, eficaz y eficiente, con un precio atractivo, que ayude a reducir la dependencia del petróleo, también a contaminar y a consumir menos y que mejorará la calidad de vida.
La arquitectura E-FLEX consiste en un motor de propulsión eléctrico situado en el vano delantero, como en cualquier modelo actual. Rinde 120 Kw de potencia y un par motor constante de 370 Nm desde 0 rpm. Se alimenta de una batería con 16 kW/h de capacidad y 136 kw de potencia, situada a lo largo del túnel central, con el benéfico efecto de no robar espacio en el habitáculo y de rebajar el centro de gravedad del coche.
Para recargar la batería de ión de litio, que es la espina dorsal del sistema E-FLEX y la que puede ofrecer la ventaja tecnológica frente a la competencia según GM, se recurre a un generador eléctrico de 53 kw situado también en el vano motor. El motor térmico de pequeña cilindrada también está situado en el vano motor delantero y entra en funcionamiento cuando la batería se agota pero no para mover las ruedas sino para alimentar al generador, que a su vez alimenta al propulsor eléctrico.
El concepto Opel Flextreme presentado en el Salón de Frankfurt dispone de un mtor turbodiesel de 1.3 litros que funciona en el régimen óptimo de revoluciones y estacionario, entre 1.500 y 1.800 rpm. y con un régimen de giro máximo de 3.200 rpm. Para controlar el proceso de combustión se utiliza la tecnología de "ciclo cerrado", de cara a reducir aún más el ruido y las emisiones. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos y alcanza una velocidad máxima de 160 km.
Algo complicado aparentemente, pero la idea es muy simple. Al igual que en los híbridos, el sistema recupera energía cuando se corta gas, acumulándola en la batería.
El combustible del motor térmico se almacena en un pequeño depósito de 26,5 litros situado detrás, bajo el asiento trasero, como en las coches actuales, que le garantiza al Flextreme una autonomía de 715 km.
Es la gran ventaja de la arquitectura E-FLEX de GM, basada en un coche compacto global, pues es el segmento más importante por volumen de ventas en el mundo. Conviene recordar que los híbridos actuales como el Toyota Prius o el Lexus GS450h recurren a situar las baterías detrás del asiento trasero, en transversal, robando espacio al maletero, tanto que en el caso del Lexus resulta claramente insuficiente.
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